Quienes no tenemos viva a nuestra mamá, seguramente la recordamos y añoramos más que cuando la teníamos entre nosotros. En este afán de recordar nos remontamos a las épocas de nuestra niñez cuando corríamos a sus brazos a acurrucarnos en su regazo, que bien y seguros nos sentíamos!!!! o cuando tuvimos momentos muy difíciles y tan solo al sentir su cercana presencia creíamos con seguridad de que todo iría bien. !Hay tantos momentos para recordar!!! Ahora tenemos que contentarnos llevando alguna flor al campo santo y talvés con algunas lágrimas surcando nuestro rostro decimos Te amo Mamá y te extraño....Tere Ortiz
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